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El Maestro del Estilismo en Nicaragua
Por Jubia Ugarte
Desde las raíces de La Paz Centro, en el corazón de León, emerge un soñador excepcional, Juan Brenes, cuyo deseo inquebrantable lo llevó a desafiar límites en el mundo del estilismo. Un hombre de escasos recursos pero con una pasión vibrante por el arte capilar, que emprendió una travesía que transformaría su vida y la percepción de la belleza en Nicaragua.
A los 19 años, Juan Brenes se encontró con problemas económicos que le impedían asistir a una escuela nacional, sin embargo, surgió una oportunidad en su propia comunidad, en la Escuela Martha Angélica Quezada, un centro de estudios exclusivo para mujeres. Sin embargo, con valentía, buscó apoyo expresando su deseo: “Quiero aprender, porque soy empírico, sé un poquito, pero yo quisiera tecnificarme más”. A pesar de la inicial negativa por la exclusividad, su persistencia finalmente lo llevó a ser estudiante, maestro y finalmente el director de estilismo de la esta escuela, convirtiéndose en un líder visionario que derribó barreras.
Este paso lo llevó al prestigioso salón oficial de Miss Nicaragua “Mi estilo”, dirigido por la señora Ivonee Conrado, una matagalpina visionaria. Aquí, Juan comenzó a tejer su magia estilística, colaborando estrechamente con mujeres destacadas en el ámbito de la belleza nacional e internacional.
Con el tiempo, Juan Brenes no sólo se destacó como estilista sino que también forjó su propio camino empresarial. El cariño y la admiración de sus clientas fueron el motor que lo impulsó a dar un paso aún más grande: fundar su propio salón. Así nació “Juane’s Estilistas”, un pequeño pero prometedor espacio donde su destreza y pasión por la belleza florecieron, pero la historia no termina aquí. Juan Brenes no sólo brilla como estilista sino que, también establece su propio patrimonio, “Juan Brenes Salón e Instituto de Alta Peluquería”. Este no es sólo un salón de belleza, si no un espacio donde nacen nuevos talentos. Su certificación de la Asociación Mundial de Educadores en Belleza lo catapultó como un referente internacional, llevando su arte a más de 16 países.
En las palabras de Juan Brenes: “No hay fe sin obra, ni obra sin fe”. Este lema no es solo una declaración, sino un eco constante que ha guiado cada paso de su extraordinario viaje. Cerramos esta aventura recordando que, al igual que Juan Brenes ha demostrado que cuando la fe se combina con la acción, se crean verdaderas obras maestras en la vida. La historia de Juan es un relato de audacia, dedicación y el poder transformador de creer en uno mismo.
