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Lilliam Figueroa Merlo: Una sonrisa que marca un camino
Por Jubia Ugarte
Lilliam Figueroa Merlo trasciende sus logros académicos y se destaca como un símbolo de fortaleza y determinación. Su historia es un relato inspirador que muestra cómo la maternidad, el esfuerzo constante y la sororidad pueden abrir camino hacia grandes sueños.
Originaria de Juigalpa, Chontales, Lilliam es madre de tres hijos, entre ellos unos gemelos de ocho años y una encantadora princesa de cuatro. Para ella, la maternidad no es solo un deber, sino una plataforma para demostrar que las mujeres pueden sobresalir como profesionales, madres ejemplares y modelos de integridad para sus hijos.
Desde sus inicios como ejecutiva de ventas en una renombrada mueblería, Lilliam adquirió lecciones fundamentales sobre persistencia y confianza en sí misma. Su travesía en el ámbito bancario comenzó a los 22 años y desde entonces ha escalado hasta convertirse en Gerente Regional de Banpro.
Con 16 años de experiencia, como administradora de empresas con especialización en banca y finanzas, junto con una Maestría en Gerencia Empresarial, ha liderado equipos mayormente de mujeres, donde se les empodera, capacita para que ellas se sientan líderes y sean capaz de apoyar a su personal, enseñándoles a desarrollar la vida laboral, el deseo de crecer profesionalmente, su hogar, maternidad y matrimonio.
“ El banco me abrió las puertas y permitió que yo caminara y me formara para poder llegar hasta donde hoy estoy, he aprendido que mis capacidades son ilimitadas. Esta etapa me brindó las herramientas y me permitió empoderarme a través de conocimientos, cursos, estudios y confianza”, afirma Lilliam.
La clave del éxito para ella radica en la oración, el amor de sus hijos, el ejercicio físico y la lectura. Además de su carrera, hace tiempo para disfrutar de la música, los podcasts y los libros de desarrollo personal. Su conexión con la naturaleza se manifiesta en sus caminatas al aire libre, donde encuentra renovación y paz interior.
Hoy, Lilliam comparte su historia como un llamado a la perseverancia y la fe en uno mismo. Su mensaje es poderoso y motivador: “Una sonrisa es el mejor maquillaje que una mujer puede lucir; convirtiéndonos en seres capaces de dejar huellas bonitas en los demás.”
También te recuerda que: “Luches por los sueños, por más grande que sean, no hay nada que no podamos lograr si tenemos las ganas de luchar por ellos. Yo soy un fiel ejemplo, de que no hay sueño inalcanzable ni meta demasiado grande; solo hay que luchar, estudiar, tener actitud, ganas de trabajar, servir y ser humilde para aprender y enseñar dejando una huella siempre donde llegues. No olvides que el futuro se construye minuto a minuto, hoy mientras me lees estás proyectando y trabajando en lo que más adelante vas a lograr”. ¡Nunca pares!
Una afirmación que encapsula su filosofía de vida y su capacidad para irradiar positividad en cualquier circunstancia, invita a todas las mujeres a abrazar su fuerza interior, perseguir sus sueños con pasión y construir un futuro lleno de posibilidades infinitas.
